viernes, 30 de agosto de 2013

Noches interminables.

Amanece...
o está cayendo la noche.
No estoy seguro.
La utopía de una noche sin tu regazo
lo cubre todo de una espesa niebla.

Es incómodo no poder rozar mis pies
con los tuyos cuando el frío se cuela
por debajo de las mantas.

Los grillos montan barricadas en el portal
y algunos cantan tan fuerte
que me impiden escuchar
el interrumpido latir de mi corazón melancólico.

Por la ventana no asoma ni la tenue luz de una farola,
pero igualmente me duelen los ojos.
Parece que quieren decirme algo,
o que quieren huir a otro lugar
a ver paisajes mejores.

Tengo frío.
Pero es un frío interno, intocable,
un frío que me recorre el cuerpo
y no calma por mucho que me cubra.

Estoy a un escaso metro del suelo,
pero lo veo muy lejano.
Me siento como en un precipicio
en mi propia atmósfera.

Noches infinitas, interminables,
noches que no deberían existir.
Noches sin sueño y sin sueños.
Noches duras y tristes,
noches largas.
Noches sin ti.

jueves, 29 de agosto de 2013

Algún día...

Es triste pero soy un poeta
que solo concibe belleza
en tu vagina y en una revolución.

El mundo de mentira en el que
muchos se sumergen para poder ser "felices"
no ha apuñalado mi realismo.

No tengo primavera,
ni noches estrelladas,
ni amaneceres preciosos...

Solo podré ser libre cuando pueda escribir
contigo cerca de mis versos
y bajo la sombra de una bandera roja.
Cuando pueda estar orgulloso
de ser humano.

Mi cordura me enloquece
en los días infinitos
donde no puedo besarte
y donde no encuentro justicia en ninguna esquina.

Mantengo la esperanza
de exiliarme contigo a Cuba
porque la esperanza de una revolución
a veces la siento lejana,
incluso invisible, como si tan solo
fuera una ilusión que ya se desvaneció.

Tu risa suena en mi cabeza,
de lejos...
Es intensa pero calma mi agonía revolucionaria.

El otro día debatimos sobre cómo hacer la revolución
y terminamos besándonos
y haciéndola en mi cama.
Muchos poetas han intentado describir el amor
pero ninguno lo hizo con tanta claridad
como nosotros esa noche sin usar palabras.

Estoy leyendo a Lenin mientras acaricias mi pecho,
tu cuerpo desnudo culmina la belleza de esta escena.
No quiero que la historia absuelva nuestro amor
ya que no hay uno tan puro en esta condenada ciudad.

martes, 27 de agosto de 2013

A Fidel.

Tu discurso firme y justo corre junto al viento
que lo lleva por el mundo y vuelve con la grandeza
que la causa por la que luchaste te reconoce.

La historia te absolverá porque
un día será escrita por los justos
y destacará tu lugar en la lucha
por la justicia y la igualdad.

Pisaste la gran bota del imperio
e hiciste surgir una isla que,
hoy en día, resiste heroicamente
y es ejemplo para todos los soñadores.

Perseguiste la utopía por la que muchos murieron
y el orgullo con el que hoy
podemos mirarte no se puede comparar.

Tantos quieren vencerte
y tantos gritan tu nombre con fuerza...

Los niños cubanos hoy sonríen felices y libres
y nunca olvidan lo que hoy tienen gracias a ti.
Más allá, donde el capitalismo somete y aniquila,
muchos mueren sin poder abrir un libro
y todavía tienen valor de desacreditarte.

Eres leyenda viva, 
eres justicia, 
eres grandeza
y humildad a la vez.

Eres ejemplo, esa es la palabra.

Viva Cuba soberana y socialista.
Viva Fidel.
Viva el Che.
Viva la lucha contra el imperialismo y el capitalismo.
Viva el socialismo.
Viva la Revolución.

lunes, 26 de agosto de 2013

Te quiero.

Te quiero porque
me quieres y porque al quererte
soy libre.

Te quiero porque en noches como ésta
me besabas hasta quedarte sin fuerzas
y te rendías en mi pecho 
cansada de sacarme sonrisas.

Te quiero porque la única poesía que concibo
es la que tu mirada inspira en la mía.
La que luego dejo caer sobre el folio
manchado de tinta invisible.

Te quiero por tus incertidumbres,
tus besos, tus dudas...
Te quiero por tus inquietudes,
por tus manías y por tus rarezas.

Te quiero porque solo tú encajas
en mi forma de ver el amor,
de percibir las caricias
y de decir los "te quiero".

Te quiero sin plantearme si te quiero,
ni cuánto te quiero,
ni por qué te quiero.

Te quiero con matices,
con incorrecciones y defectos.

Te quiero porque el mundo no me gusta
hasta que tú apareces y entonces,
tú eres mi mundo.

Te quiero cuando estás a mi lado,
cuando te puedo besar,
cuando te vas 
y cuando te echo de menos.

Te quiero porque no sé sentir otra cosa hacia tí,
no sé odiarte, ni ignorarte...
ni siquiera sé quererte poco.

Te quiero cuando te escribo
y cuando te leo.
Cuando no decimos nada
y cuando lo decimos todo
sin usar ninguna palabra.

Te quiero porque...
no sé, te quiero simplemente
porque no puedo no quererte.

domingo, 25 de agosto de 2013

Regálame un suspiro.

Regálame un suspiro para poder ahogarme,
regálame una bala para disparar al viento,
regálame una noche para perderme contigo
y encontrarme a mí mismo entre tus brazos.

Regálame una vida, un instante, una mirada...
algo que pueda compartir contigo,
aunque sea efímero,
solo para poder recordarlo
en las noches que no aparezcas.

Deja en mi felpudo el aroma de tu espalda
para recordarlo al recorrer
el invierno de las calles más crueles.

Regálame calor alguna madrugada
en la eterna calma de tu cama
o préstame tu mano 
en la lucha contra el capital.

Regálame la belleza de una bandera roja
ondeando a la par que tu largo pelo
con el intenso viento de un otoño despeinado.

Allá donde esté una de tus caídas
estará mi pecho para que apoyes tus miedos en él
y olvides que más allá de mis besos
el mundo se deshace agonizando.

Pon en mis manos la palma de las tuyas
y no sueltes nunca a este rojo
enamorado de tus ojos verdes.

Regálame tu risa para despertarme con ella
y ver cada Lunes como, simplemente,
un día que terminará con la Luna reflejada en tu cristal.

sábado, 24 de agosto de 2013

Libertad.

La libertad se desea, se busca, se primoriza.
Hay que luchar por la libertad
y hay que saber verla en pequeños detalles.

Mi libertad se encuentra entre tus brazos
o bajo tus sábanas.
Encerrado en tu cuarto me sentía libre
como un guerrillero disparando a un genocida.

Si no cantas a la libertad,
la música desafina.
No sabrás sentir 
si no sientes con libertad.

El amor es libre como el agua
o como tus labios.
Qué triste es ver libertad
mientras arrastras cadenas.

Cuando agarro tu cintura puedo oler la libertad
mezclándose con tu perfume.
Entonces vuelo sobre tus fantasmas
y les bombardeo.

Libre como cubanos resistiendo al imperio,
libre como Stalingrado derrotando a los nazis,
libre como artistas revolucionarios,
libre como tu vientre estepario.

La libertad es necesaria para sentir,
para ser feliz, para amar.
Si no eres libre ni luchas por serlo,
no podrás ver más allá de lo material.
Sé libre.

martes, 20 de agosto de 2013

A pesar de tu amor.

Cuando el realismo me invade
lo único que me salva del asesinato
son tus labios esperándome 
esquina tras esquina.

Me inmolaría en tu cama
para recordar la eternidad
con el aroma de tus noches.

El futuro es oscuro
pero tus pechos alumbran el camino.
"Sigue luchando",
parecen susurrarme tus orgasmos.

Si me prestas una mirada
te regalo un recuerdo.
Lo importante es verte,
el lugar no es relevante.

Siento que el universo estalla
y solo el amonal de tu vientre
se escucha más fuerte
entre las paredes de tu cuarto.

Hablando contigo sobre Cuba
sentía que rozábamos el cielo.
Pero era nuestro cielo,
no el cielo falso de las películas.

Volando con tus alas
tenía los pies en el suelo
pero mi mente olvidaba por un momento
que, a pesar de tu amor,
el capitalismo aún arrasa con todo.

-

"No quisiera deprimir más al mundo,
 solo empujarlo a que luche por ser más justo."

                                                                                -Pablo Hasél.

lunes, 19 de agosto de 2013

¿Paz?

Aprecio las noches
más que algunos días...
pero algunas no valen la pena
ni merecen ser siquiera despreciadas.

En la mágica oscuridad de un domingo
la calma es ficticia y repetitiva...
¡Cómo odio los domingos!
En cada uno de ellos una sonrisa se estremece
y una muñeca se desangra.

No existe la paz 
ni en la oscura belleza de un poema
y los versos nunca riman
igual para todas las mentes.

Hay besos que inundan labios
y hay besos que inundan mejillas.
Hay personas que ocupan camas
y hay personas que ocupan recuerdos.

Los lugares que parecen relativamente tranquilos
solo lo son porque se alejan
del bullicio y de la rigidez
del mundo que, al fin y al cabo, 
nos rodea.

De cualquier forma,
todos somos mártires
pero no todos lo somos
por los mismos ideales.

La paz es irreal,
confusa, deseada, despreciada, añorada...
la paz no existe, pero sí 
alejarse de lo que impide
la existencia de ésta.

La supuesta paz se esconde en un beso,
en un abrazo, en una canción, en un poema,
en un libro, en una mirada, en un momento,
en una vida, en una persona, en el olvido...
Pero solo es una paz ficticia.
Lo necesario para acercarnos a la paz inexistente.

El realismo, el amor, el desamor, la nostalgia,
la melancolía, la sabiduría, la ignorancia,
la verdad, las palabras o los gestos
nos alejan de la supuesta paz.

Los hay que, como yo,
buscan la paz en el caos de otra persona
y en las tímidas curvas de su espalda.

Hasta la victoria siempre, aunque cueste.

Debería conservar siempre la esperanza
de que la batalla por la libertad llegará,
que algún día los humildes
no servirán a los asesinos,
pero es difícil.

Qué triste es ser realista
y ver tan largo el camino del cambio.
Qué lejos queda la victoria...

Miro a mi alrededor y desespero,
solo veo borregos apagados y sumisos...
otros con miedo
y otros con las ideas equivocadas.

Me cuesta creer que viviré para ver el triunfo,
o que incluso presenciaré el inicio de la lucha...
pero imaginarlo me da fuerzas
para seguir adelante.

Si no veo yo un mundo justo,
al menos que lo vean mis nietos
o los nietos de éstos.

Hasta la victoria siempre,
aunque cueste.

domingo, 18 de agosto de 2013

Hermosa pasión adolescente.

Los brazos de Claudia abrazan con fuerza a Víctor, su pareja, al llegar a la casa de éste. Rápidamente Víctor le acompaña a su habitación y le dice que espere, mientras le prepara un café caliente para amenizar el frío invierno. Víctor tiene 16 años, Claudia acaba de cumplir 15. A pesar de su edad, sus mentes ya son fuentes de cultura y visión crítica, las paredes de la habitación de Víctor se tiñeron de rojo hace casi un año y mientras besa a su amada, las fotos del Che, de Fidel y de Marx parecen sonreirle. A Claudia le encanta esa faceta de Víctor y a él le encanta explicarle cosas y ver cómo calan en ella las ideas que le transmite. Víctor llega con el café a la habitación y ella está esperándole observando una frase del Che que Víctor tiene escrita en un papel pegado a la puerta de su habitación. Víctor bromea y hace ver a Claudia que el café va a derramarse sobre su camiseta negra, ella se asusta y al ver que él se ríe, coge el café, lo deja en la mesa y, sonriendo, abraza y besa a su novio. Se abrazan con fuerza, como si hiciera meses que no se veían, a pesar de que el día anterior habían estado juntos. Su amor es realmente puro, amor adolescente, pero de dos chavales inteligentes y que se aman con locura. Claudia, tras un par de minutos de miradas entre sus labios, incita a Víctor a tumbarse con ella en la cama, y Víctor accede. Poco a poco, los besos van adquiriendo pasión y las manos de Víctor se desatan y recorren la espalda de Claudia, cuya camiseta ha levantado lentamente. Los dedos de Claudia buscan el vientre de su chico, y éste se pone nervioso y le besa enérgicamente. Las manos de la joven son ágiles y desabrochan el pantalón de su grandullón. Víctor acaricia el cabello de su pequeña y ella interpreta que las piernas del joven ya no tienen motivo para estar cubiertas. Su pantalón cae al suelo y Víctor comienza a deslizar sus fuertes manos por las suaves piernas de Claudia. Su pantalón no tarda poco en ser despreciado por el momento. Los minutos se suceden y la intimidad va cobrando la forma más preciosa en la que puede ser encarnada. Tras unos veinte minutos de hermosa locura, los adolescentes caen rendidos sobre el colchón del chico que, relajado y feliz abraza a Claudia por detrás y besa su espalda sudada. Ella, poco a poco, se va quedando dormida mientras él, incapaz de evitarlo al contemplar tan inmensa belleza, esboza varias sonrisas. Víctor echa un vistazo a su cuarto y reconoce en la tenue luz la taza. Está intacta, tan solo se ha quedado frío el café. Lo bebe y vuelve a meterse en la cama hasta quedarse dormido, sabiendo que al despertar, su musa estará a su lado, esperando para ser retratada con bellas palabras salidas de los labios de Víctor. 

sábado, 17 de agosto de 2013

Tus caderas como únicas cadenas.

Tu suave cabello cae por el contorno de tus mejillas
dejando tras de sí un brillo
incapaz de descifrar para aquel que no ha recorrido
la piel de tu espalda con la yema de los dedos.

En tus ojos se refleja la Luna
y está más llena y hermosa que nunca.
Como si fuera eterna,
como si nunca hubiera estado tan cerca.

Tus labios se humedecen con el paso de las sonrisas
y los puedo besar.
Cómo desespera su tacto infinito
en un mundo que pronto desaparecerá.

Tus mejillas pálidas buscan mi pecho
para descansar sobre él
y las mías buscan tus besos
para sonreír como un niño.

La figura de tus pechos 
en noches imperfectas
dibujan poemas
que nunca dejarán de escribirse.

Tu espalda...
qué decir del mejor papel
en el que escribí un poema.
Escurridiza como una cascada
de caricias a destiempo.

Tu vientre es la mejor carretera
hacia momentos inolvidables 
donde, verdaderamente
somos tú y yo.

Tus caderas son mis únicas cadenas
porque atado a ellas
me siento libre
como el fuego.

Tus piernas perfectas
me sugieren el camino
de un otoño contigo
y de una vida con nosotros.



Tu cuerpo, esa obra de arte anónima cuya belleza no alcanza a describir ningún poema.
Ningún verso, canción o cuadro es digno de tratar de sus curvas y sus matices,
pero yo lo intento.
Porque yo lo he besado.
Este poeta ha vivido entre tu calor y ha espantado tus miedos.

jueves, 15 de agosto de 2013

Si te vas...

La nostalgia de un cigarro casi terminado
sube por el estómago y me colapsa la garganta.
Viene cargada de recuerdos
y de un cd con canciones en las que solo se oye tu risa.

Los nudos al final de la boca
tienen tu firma y el color de tu lápiz de labios.
Escribo poemas tristes 
y el boli me araña el cuello por dentro.

Cuántas ciudades prendería fuego si te fueras.
Difícilmente superable la fuerza de tus besos.
Si te vas, voy contigo.
Si te quedas, vamos donde quieras.

Demasiada luz para un día tan oscuro.
Abro un poco la ventana 
y el mundo aprovecha para entrar,
el muy indeseable.

Si te vas,
(no te vayas)
llévame contigo.
Donde sea.

martes, 13 de agosto de 2013

Sentir es escribir.

Cuando busco tus labios y no los encuentro,
cuando corre demasiado viento entre nuestros cuerpos...
cuando no te puedo querer
es cuando realmente te quiero.


Vivir es sentir
y sentir es escribir.
Escribo porque puedo sentir
y porque no vivo sin ti.


Cuando acariciabas mi espalda
y desconocia tu capacidad para clavarte en el pecho,
veía todo facil y rápido.
Ahora parece que mientras escribo se va venir abajo el techo.


Será que no soy un experto en esto de perderte
o que me acostumbro demasiado a lo que no va a durar para siempre.
Hablando de durar,
qué duro es quererte.


Me cobijo en la esperanza de que algún día
cruzarás la puerta que dejé entreabierta solo para ti
y olvidarás que hubo un día en el que
no me necesitabas.

domingo, 11 de agosto de 2013

Te sigo escribiendo.

Sabría describir paisajes eternos,
sabría describir melodías tristes,
sabría describir lugares que nunca he visitado
pero jamás sabría describir lo que esconden tus ojos.

Me perdería en rincones alejados de ti
donde sintiera el suave viento como un disparo,
pero, al llegar la noche,
la Luna caería y tú me besarías.

En tu regazo revolucionario
no hay lugar para el desorden
y por muy perdido que esté,
siempre encuentro un hueco donde apoyarme.

Siempre busqué algo que me llenara,
algo como tú.
Podría decirse que te esperé durante años
aunque no te conociera.

Te escribo porque, muchas veces,
una mirada no sirve...
Cuando escribes un poema,
esos versos siempre estarán ahí,
siempre existirán,
aunque yo desaparezca.

Podría decir que la noche es fría,
que tú no me abrazas
y que será un invierno largo, 
pero no es así...

Es un verano normal,
el calor no me deja dormir
y las noches son mas cortas.
Pero, al igual que en invierno,
te sigo escribiendo.

La noche cae y tus ojos se cierran.

A veces, cuando la noche cae y tus ojos se cierran, te puedo ver de verdad. Con poca luz y algo de viento, vislumbro tus manos encogidas por el tímido frío que se cuela por la ventana y las agarro con una fuerza imperceptible para tus sentidos, ya dormidos entre mis brazos. Tu espalda marca un camino poético hasta tu cuello, que recorro a besos deseando que te despiertes, pero sin importarme que sigas dormida. Supongo que serán las cuatro de la madrugada, me he desvelado y solo puedo mirarte, esbozar una sonrisa y, de vez en cuando, bostezar. La noche oscura se refleja en tus pupilas de una manera tan bella que humillaría a millones de obras de arte. La Luna no está llena, pero está preciosa. La calma recorre mis brazos desnudos y, cada segundo, te contemplo con mayor asombro. ¿Cómo pueden concentrarse en un solo cuerpo tantos poemas? Pasan los minutos, el viento, los pensamientos... mis ojos ceden. Me duermo, pero, por suerte, te sigo viendo.

Canto de amor a Stalingrado.

Miles de sueños quebraron en la lucha,
destellos que se perdieron en el horizonte
que surcaron las balas que ya no se escuchan
en la libertad que nos devolvió Stalingrado.

La sangre derramada por millones de soldados
a los que con orgullo podemos llamar poetas,
vuestro esfuerzo nunca será olvidado
porque disteis la vida por salvarnos en Stalingrado.

Honor para los valientes, los héroes de la humanidad.
Aquellos que vencieron a la bestia del fascismo
y para ver el Sol nos dieron otra oportunidad
disparando resistencia en las trincheras de Stalingrado.

No hay medallas que puedan condecorar
los uniformes de los hombres y mujeres
que sobre los genocidas consiguieron volar
y les derrotaron bajo el cielo de Stalingrado.

En el lúgubre viento de la guerra
ondearon la bandera de la clase obrera
y con esperanza sembraron la tierra
de los campos invadidos de la ciudad de Stalingrado.

Hoces de rabia y martillos de solidaridad
tumbaron la barbarie que asolaba el mundo
y devolvieron al planeta la dignidad
que recuperaron los fusiles en Stalingrado.

Eterno amor a los que lucharon
porque el mundo no sucumbiera,
a los que su último suspiro esbozaron
en algún rincón de Stalingrado.

viernes, 9 de agosto de 2013

Ya no estás.

Madrugadas gélidas 
como un invierno sin abrigo
o sin el cobijo 
de tus sábanas.

Mi estabilidad se perdió
en la utopía de un atardecer
manchado con café de sobre y
húmedo de lágrimas sin rumbo.
(Iban camino de tu almohada.)

Si no vuelvo a observarte durmiendo
alguna tarde de fin de semana,
escribid en mi lápida:
"Murió recordándole."

El suelo cruje por la llegada del frío,
me despierto de mi pesadilla
y busco tu perfume en el aire...
como de costumbre, no has vuelto.

No sé de qué me sorprendo,
era de esperar
que te esperara cada noche.

Tus labios...
qué suaves eran.
Cómo me besaban 
en días oscuros
y me evadían de la realidad.

Contigo pisaba el suelo,
pero tocaba el cielo.

Paseo por una larga avenida de la ciudad...
a lo lejos alguien toca el violín.
La canción es triste,
como su mirada.
Le miro y le agradezco esta ínfima sonrisa,
me responde con una mueca rápida.

Al parecer el mundo se desvanece
poco a poco...
Y la droga de tu cuerpo
ya no me reconforta.

Ya no estás.

jueves, 8 de agosto de 2013

Nada es lo mismo.

Miro viejas fotos en blanco y negro
y veo más color que en un futuro
sin la pintura de tus labios.

Dicen que debería olvidarte,
que debería pasar página
y cambiar el título al libro...
es posible.
Pero es imposible.

Tu mirada se reflejaba en la mía
como la Luna en el Mediterráneo
aquellas noches que nos besábamos en su orilla.

El colchón ya no tiembla,
los vecinos ya no se quejan
y yo ya no sonrío.

Borracho contigo en un parque
con la mirada perdida
lo veía todo más borroso, 
pero también más claro.

Si el alcohol bajaba 
y tú subías encima mío
el mundo desaparecía.
Todo quedaba a nuestros pies
aunque no tuviéramos nada.

Todo es tan contradictorio
cuando tú no pones cordura
a mi caos...

Eres como uno de esos poemas
que siempre dejo a medias,
no por cansancio,
sino por impotencia.

Ya no queda esencia.
No quedan miradas
ni calles que recorrer contigo,
solo quedan esquinas donde te besé
y un par de vasos de vodka.

Estuviste loca
por amarme en este mundo.
Y yo estaba loco
por poder amarte en uno distinto.
Amor con locura, al fin y al cabo.

Nada ha cambiado,
la noche cae todos los días
y el Sol da calor por las mañanas...
Nada ha cambiado,
pero nada es lo mismo.

Viva la revolución.

El mundo llora en sus entrañas,
por un futuro que no llega,
que se estanca
y que sin piedad nos araña.

No te engañes,
no quieras ver luz donde solo hay oscuridad.
Quítate la venda.

Si la gente en África muere de hambre,
a pesar de ser los más ricos en recursos,
pregúntate por qué es así.
Lucha contra esa injusticia,
manifiéstate contra esta barbarie.

Ten claro que el verdadero terrorista es el capitalismo,
no quienes luchan contra él.
La violencia contra los asesinos
es mejor que cualquier poema.

El capital nos agobia,
nos asfixia,
nos engaña con una falsa paz
y nos consume por dentro.

Millones de niños sin oportunidades
por este sistema asesino.
No te dejes llevar,
no seas otro cretino.

Lee, investiga, culturízate,
el futuro está en nuestras manos.
Cuanta más gente lo entienda,
la revolución tardará menos en llegar.

Aunque a veces te sientas incomprendido
por pensar, por preocuparte,
recuerda que eres mejor que todos ellos.
No dejes que consigan dañarte
cuatro idiotas,
que no son más que borregos y marionetas del sistema.
Ellos no sabrían distinguir belleza
en lugares donde tu encuentras poesía.

Tenemos argumentos y referentes,
el Che, Lenin, Fidel, Marx, Ho Chi Minh, Neruda...
todos ellos han luchado por un mundo mejor
y, como nosotros, ven posible un planeta más justo.

Hay que concienciar a más gente,
a los jóvenes (como yo) hay que hacerles llegar estas ideas...
recuerda que tú no naciste revolucionario.
Dentro de cada persona sumisa 
late el corazón de un guerrillero.

La burguesía caerá
y el socialismo triunfará.
Por la justicia,
la solidaridad...
por la humanidad.

¡Viva la Revolución!

miércoles, 7 de agosto de 2013

Falsa paz.

Campos eternos,
naturaleza, silencio...
perderme, al fin y al cabo.

Brisas frescas y sinceras
rozan mis labios
como uno de tus cómodos besos.

Pocas cosas me reconfortan tanto
como aislarme de todo.
Olvidar la sociedad,
las miradas crueles,
los golpes...
olvidarme de mí mismo.

Desde aquí se ve todo más claro, 
incluso mejor.
Ficticiamente mejor.

Escribo esto en la terraza 
de la casa en la que,
siendo niño,
jugaba y corría feliz.

Encima mío un cielo nublado pero tranquilo,
a mis pies tejados de distintas casas...
A lo lejos (no mucho),
un castillo nostálgico con paredes ruinosas
y en mi mente, el vacío.

Este sitio está lejos,
pero no sé de qué.
Lejos de lo que no me gusta tener cerca,
supongo.

Ellos llaman civilización
a lo antagónico de esta inmensa paz.
No lo entiendo.

Aquí los versos fluyen...
a lo lejos alguien camina firme
y yo suspiro y esbozo una sonrisa.

Tu mirada aún aparece como un destello
por algún rincón de mi mente joven...
pero aquí arriba, 
aunque no estés,
te beso mejor que en cualquier ciudad.

Los poemas aquí riman mejor,
la cerveza sube 
y el mundo sonríe...
o así lo veo yo.

lunes, 5 de agosto de 2013

-

Van a cumplirse cuatro meses desde que creara este espacio y me abriera al mundo de la poesía. Voy a ser sincero, me hace muy feliz escribir. Me llena mucho y realmente, he descubierto que es una de mis aficiones y una de mis vocaciones más firmes. Es fantástico sentir ese "algo" que sientes al terminar un poema. Leerlo un par de veces y que te guste algo que tú mismo has realizado... es verdaderamente satisfactorio.

Lo básico es escribir por placer, por el placer de dejar fluir las palabras en una frase y las frases en poesía. Ver como muchas rimas salen, sin más, sin forzarlas. Sentir que alguien se pueda identificar con algo que tú has escrito también alegra mucho. 

Muchos encontramos en esto la fuerza para vivir con más entusiasmo en este planeta destrozado y en decadencia. Personalmente, la poesía me ha enseñado a evadirme, pero también a querer. Los poemas que más he disfrutado escribiendo son los que sabía que iban para ella. Los que pensaba en su rostro al crearlos. 

¿Quién me inició en esto? En su base, Pablo Hasel. Pero no fue todo gracias a él, él solo me inició, por eso le admiro tanto. Descubrí a Neruda, Miguel Hernández, Aitor Cuervo, Josep Valtònyc, García Lorca... y otros tantos que me quedan por descubrir.

Si estás interesado en escribir y crees que podrías hacerlo bien, adelante. Lo importante es disfrutar haciéndolo y tener un motivo por el que escribir.

Gracias por leerme.

 Att: Edu. 



                                                                                            Salud y República. 

Luna enferma.

La noche está tranquila,
pero yo no.
No puedo estarlo.
No puedo borrar de mi cama
la silueta de tu cuerpo abrazado al mío.

Corre una suave brisa fresca
que ameniza la entrada de la madrugada.
Debería gustarme más este momento,
pero tú no estás disfrutándolo conmigo.

Objetivamente hablando el mundo no me gusta.
El capital sigue arrasando con todo
y tú no me besas, ni me sonríes,
ni siquiera llamas al teléfono
que tantas veces escuchó mi voz tranquila
diciéndote que te amaba.

Pasan los minutos.
La Luna tan llena 
y yo tan vacío.

El polvo se asoma 
por lo alto de las estanterías
y tus labios clandestinos
ya no me sirven de abrigo.

Abro una botella y en su cristal 
se reflejan un par de estrellas
a lo lejos...
Tú también estás lejos 
pero no lo suficiente
como para dejar de sentirte cerca.

Quiero creer que aún acaricio tu espalda
los domingos por la tarde.