domingo, 24 de noviembre de 2013

No tengo nada más allá de tus caderas.

No, no tengo un mundo detrás de mi voz.
No, no tengo miradas que rompan esquemas.
No, no tengo palabras que te desequilibren.
No, no tengo nada más allá de mis poemas.
Tengo la seguridad de estar en tus caderas,
el único sitio cuerdo de esta locura permanente.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Como un piano...

Como un piano me llamas,
astuta y dulce,
con voz de Diciembre
y azúcar en los labios.

Reservada ríes,
te apartas y te acercas
con inocencia sutil.
Y me quieres así.

Como un piano me amas,
triste y salvaje,
con palabras desordenadas
y dedos de pincel.

Profunda me miras,
me arañas y me gustas,
como un piano...

Como un piano me dices 
que fría es la noche
y acogedor mi pecho.

sábado, 16 de noviembre de 2013

Perderme.

Paseo insensible por praderas de acero,
búscame en el viento,
pero no quieras encontrarme.

Me habré mudado ya al asfalto
o a la mirada perdida
del obrero sin rabia.

Y al perderme me buscaré,
y al buscarme aprenderé
que no lucha más quien fuerzas tiene
y que no es más débil quien no lucha.

Nunca en el olvido.

Porque luchaste ayer,
hoy te canto.
Porque evitaste caer,
hoy te canto.
Porque tu grito se apaga,
hoy te canto.
Porque tu vida se acaba,
hoy te canto.
Porque a la libertad rimaste,
hoy te canto.
Porque al cruel disparaste,
hoy te canto.
Porque aunque mueras no mueres,
hoy te canto.
Porque aunque olvides te recuerdo,
mañana te cantaré.



                                                         A los caídos y a los vencedores en Stalingrado.
                                                         Nunca en el olvido. 
                                             

Música, que siempre evades.

En el viento silencioso
viajas vagabunda.
Caminas en suelo ruinoso
con la muerte moribunda.

Das pies a los versos
y voz a los golpes,
endulzas antiguos besos
y alivias demonios torpes.

Como un niño salta,
tú ríes.
Inestable te apartas,
no existes.

Amiga cruel de noches,
vives clara y mueres suave.
Por fuegos oscuros corres,
música que siempre evades.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Sin ti.

Sin tus labios, todo es infierno.
Sin tus ojos, soy pastor sin pradera.
Sin tus miradas, todo está vacío.
Sin tu espalda, tímida y musa.

Sin tus piernas, todo es inestable.
Sin tus caderas, soy náufrago sin versos.
Sin tus manos, todo está lejos.
Sin tu pelo, largo y escritor. 



                                 "Menos tu vientre,
                                   todo es confuso."
                                            
                                                -Miguel Hernández.