Me revolucionaste.

No te busco sin descanso
porque temo no encontrarte.
Porque no aguantaría otra vez el fracaso
de quererte y no tenerte.
Tus ojos fueron los consejos
que me animaron a ser fuerte
sin importarme los espejos
y ahora sólo puedo soñarte.
Que si no te dediqué versos
mencionando tus pechos
era por amor a tu sonrisa
en cualquier polvo de esos.
Con un par de besos habríamos reído y llorado.
Habríamos follado y habríamos luchado por esto.
Si algún día encuentro el horizonte
recordaré como entre tus brazos
perdía el norte.
Aún hoy siento tus labios rozando mi pecho
abasteciendo mi nostalgia en cada silencio estrecho.
Solo me falta drogarme entre basura
y llamarte pidiéndote ayuda
hasta que muera de impotencia.
Revolucionaste mi sonrisa
como Lenin en el diecisiete
cuando llegué a quererte
sin necesidad de verte.
Quisiera ser libre para besarte a cualquier hora
sin tener que sufrir odiando el ahora.
Fuiste el cielo que equilibró mi infierno
o al revés, no sé,
nunca me lo planteé.
Escribirte versos es algo irónico,
porque tu mirada en medio de este circo
de por sí ya es poesía.

Dueles.

Dueles.
Duele tu mirada.
Duele tu sonrisa.
Duele tu pasado.
Porque el futuro nunca será nuestro.
Duele porque me recuerda
que entre tanta basura
fuiste la única que me sacó sonrisas puras.
Duele porque habría matado por tí,
y terminé muriendo entre nostalgia.
Duele asumir que eres perfecta,
que algún imbécil te estará gozando,
pero no te querrá cuando se drogue entre otras manos.
Duele porque te quiero
y eso me hace odiarte.
Y al odiarte te recuerdo,
y de nuevo vuelvo a amarte.
Duelen los momentos que pasamos,
duele tratar de olvidarlos.
Duele este vaso, duele el siguiente.
Duele la resaca y duele el presente.
Duele imaginarte gimiendo con otro
que a las semanas te cambiará por algún sueño roto.
En mi espiral de pensamientos
eres la cruel antagonista,
te contradices y me irritas
"la olvidaré" me digo y miento.
Dueles cuando semi consciente
maldigo a la botella
por no matarme
ni bajarme alguna estrella.
Dueles cuando te escribo
a la luz de una lámpara
y al relejo de mis lágrimas
y la sangre que fluye por mi cráneo percibo.
Dueles.

Ven.

Me llamas. Sonrío. Contesto. Te vienes. Te espero. Me arreglo. Me estreso. Te espero. Ya llegas. Me abrazas. Me besas. Me abrazas. Sonríes. Sonrío. Me abrazas. Me besas. Abro la puerta. Pasas. Cierro la puerta. Te sientas. Hablamos. Reímos. Me siento. Me abrazas. Me besas. Manta. Peli. Risas. Me besas. Te abrazo. Te empujo. Te tumbas. Me tumbo. Te beso. Te excitas. Te beso. Me aparto. Cojo el vino. Bebemos. Me besas. Bebemos. Bebemos. Bebemos. Me besas. Bebemos. Te empujo de nuevo. Te tumbas. Te beso. Me quitas la camiseta. Te quito la camiseta. Te beso. Te muerdo. Te beso. Me quitas el pantalón. Te lo quito yo. Te beso. Río. Te beso. Te muerdo. Te toco. Te quito las bragas. Te beso.  Te toco. Sonríes. Suspiras. Te beso. Te muerdo. Suspiras. Gimes. Aumento. Gimes. Me quitas el boxer. Aumento. Gimes.  Te beso. Te follo. Gimes. Gemimos. Te corres. Gritas. Me corro. Te beso. Te abrazo. Me duermo. Te duermes. Despiertas. Café. Tabaco. Café. Despierto. Buenos días. Café. Me abrazas. Te beso. Te muerdo. Te beso. Te vistes. Te abrazo. Despedida. Abres la puerta. Te beso. Me abrazas. Me besas. Te abrazo. Te marchas. Te echo de menos.

"La homosexualidad no es una enfermedad. La homofobia sí."

Perfecta ironía.

Sigo pensando que sin ti
no podría sobrevivir
abasteciéndome de alcohol
y zarpazos de nostalgia.
Cada recuerdo me intoxica,
es una bala que dispara
y me aniquila sin piedad
como esta puta soledad.
Me duele ver donde llegamos,
donde el karma que me odia
sólo piensa en rescatarme
cuando me faltan tus orgasmos.
Necesito verte aquí,
sonríendo como siempre,
recordándome que sufrir
es orgullo de valientes.
Eres mi sonrisa y mi sangre,
me llenas y me arrastras
al más eterno desorden 
que ni mis lágrimas entienden.
Soy dependiente de tus ojos
y por desgracia quiero serlo,
pero cuando me dejes y te marches
no tendré fuerzas para odiarte.
Mi vida fluye por tus venas
pero tú siempre me desangras. 
Es la perfecta ironía
de cada noche entre tus piernas.

Esperanza.

Ha nacido sobre escombros,
anhela un mundo distante
sin la sangre derramada
y las miradas despiadadas.
Donde pueda respirar
sin el miedo que le agobia.
Con la fuerza de un abrazo
decide cambiarlo todo
y se despide de su esposa
con el miedo bajo el brazo.
Va a iniciar un duro viaje
con destino 'Libertad'
quiere ver a su familia
llorando de felicidad.
Sabe que puede perder
pero le guía la esperanza
de ver un nuevo amanecer
abrazado a sus tres hijos.
Cuatro son los que ha perdido,
a veces siente que los tiene
y se consuela imaginando
que ha llegado al paraíso.
El agua le mira con rabia,
él afronta lo que espera
sabe que le va a costar,
pero es la única salida.
Ya se aleja de la orilla,
él le mira sonríendo.
Ella grita que le ama,
en el suelo sus rodillas,
en el viento mil recuerdos,
doce años a su lado.
Ha pasado media hora,
ya no distingue la costa,
ahora mira al horizonte
sin importarle el presente.
El cielo azul,
pasado gris, 
futuro incierto,
la cruel lucha es su bandera.
Algo tiembla, ahora se asusta.
Se oyen ruidos de tormenta.
Esta mierda no le gusta,
grita y lucha, pero pierde.
Cae al agua, el bote roto.
Su esperanza ya no existe,
pero es fuerte y aún resiste.
Las sonrisas se le agotan y parece evaporarse,
supo que iba a ser difícil
y lo asume sin odiarse.
La nostalgia le da fuerzas
y sonríe antes de hundirse,
recordando a su familia
y a su esposa despedirse.
Siente orgullo por su lucha,
un fuerte nudo en la garganta,
recordándose con ella
abrazándose con fuerza.
Aquí termina su camino,
escapando del sistema
que condena su destino
a un infierno que le quema.

No vuelvas.

Eres como esa ecuación
cuya 'x' daba cero.
El orgasmo que hoy espero
entre lágrimas y sangre.
Recuerdo cuando entre las sábanas
escondíamos miradas
entre gritos y baladas
que lo mágico rozaban.
Fuiste una sonrisa al revés,
lo que siempre imaginé
pensando 'es mi diosa, joder'.
Até mi sonrisa a tu cama
y te mudaste de planeta
ahora el suicidio me reclama
y me imagino entre tus tetas.
Recuerdo tus gritos de placer
y que a mi pelo te agarrabas.
Siempre fuiste el cielo oscuro
que se juntaba con mi tierra
y me enseñaba que la lucha
es algo duro pero llena.
Si algún día me recuerdas
solo te pido que no vuelvas
para llenar mi existencia
y arruinármela de golpe.
Me robas el puto autoestima,
cuando te recuerdo entre rimas
y te olvido a botellazos.
El vodka moja mis labios
e imagino que es tu coño,
ese que me daba fuerzas
cuando dudaba del espacio.
Espacio vital entre dos cuerpos
ignorándolo entre besos.
Eres la canción que me recuerda
que esta vida siempre es perra.
Ese piano cuyas notas
me incomodan y me animan
a inmolarme en este cuarto
con tu olor y fotos rotas.
Te llamo y cuelgo sin que suene,
por miedo a que nunca contestes
y lanzo el móvil contra el suelo
gritando 'zorra, eres la peste'.
Pero en segundos lloraría
y te escribiría una carta,
que más tarde rompería
cagándome en dios por tu falta.
Cada vez que me masturbo
te imagino encima mío
y en el momento en que me corro
grito tu nombre y lo maldigo.

No vuelvas nunca, maldita zorra a la que amo.
Te mataría en medio de un polvo, por amor a la justicia.
Te amo.
Te odio.
Joder.

Lucharemos juntos contra esta farsa.

Libertad en tus brazos.

Libertad es pensamiento crítico.
Libertad son tus manos en mi espalda.
Libertad es luchar en este mundo patético,
con tus labios que mi fuerza respaldan.
Encuentro pocas cosas más excitantes,
que verte plantar cara a las que quieren acomplejarte.
Sabes que eres mejor que ellas
y lo demuestras,
al no sentir necesidad de demostrarlo.
No hay mejor sensación que tus gemidos a media noche,
buscando entre mis piernas
una vía de escape eterna.
Me enamoran tus defectos,
me incomodan tus virtudes
porque me hacen temer perderte,
a tu recuerdo y sus efectos.
Yo amé cosas de tí que los demás odiaban,
sonrisas incompletas que terminan en mi pecho.
Miradas perdidas que nunca encuentro
y luego busco entre desechos.
Lucharé por ti hasta que mueran mis fuerzas,
y un beso tuyo consiga reactivarlas.
Puede que llegue el día en que te marches,
y al olvidarte me torture la nostalgia.
Serás tú la que con lágrimas me manches
con el futuro que mis ojos no presagian.