martes, 30 de julio de 2013

Vivir.

Vida triste y melancólica
la del poeta...
a veces artista
y a veces inconformista.

Cuando quieres pararte
todo va deprisa
y cuando quieres moverte
no sabes dónde pisas.

Todo duele.
Amistad, recuerdos, amor...
hasta el odio,
que no es más que el tiempo arrastrando
algo que un día 
no te disgustaba tanto.

Tantos se van y tantos llegan.
Tantos sorprenden y tantos decepcionan.
Pero en el fondo eres tú
y más abajo no hay nada.

Hay esquinas donde se cruzan miradas
de personas que un día
terminarán cruzando sus manos.
Hay portales donde personas 
que cruzaban sus manos
no volverán a cruzar miradas.

Nada muere, 
tan solo deja de hacerse notar
como una brisa de viento
que ayuda a las palomas a volar.

Cuántos se enamoran 
y qué pocos olvidan.
Cuántos se mueren
y cuántos no tienen vida.

Soltamos el presente
para rozar el futuro.
Gritamos de placer
y después nos quedamos mudos.

La vida es solo un invento
para tenerle miedo a la muerte.
No sé, 
yo solo escribo lo que muchos no leen
por miedo a pensar.

Esa estrecha línea
entre ser auto-crítico
y ser auto-destructivo.
Nos enganchamos a sentimientos
que ni siquiera son adictivos.

Pero no sé,
en el fondo todo se pierde...
aunque nunca hayas ganado nada
y dejes las sonrisas apartadas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario