viernes, 26 de julio de 2013

Otoño, no vengas.

Me gustaría explicar con un poema
las reacciones que provocan en mí las tardes a tu lado.
Los recuerdos que me has dado,
los besos, las noches y los versos.

Apareces tras la escarcha
y difuminas todo.
A tu manera.
Y qué manera.

Serán las dudas o los miedos.
Será que este planeta nos viene grande
o que se nos ha quedado la cama pequeña.
Se nos va el verano
y yo me quedo contigo.

Mírate, tan insumisa.
Tu belleza no es la que la sociedad quiere ver,
por eso me encantas.
Se me van las fuerzas y nadie me avisa,
pero con un par de caricias todo se aclara.

El otoño cae de un árbol
y tu chaqueta no me abriga.
La noche aparece,
pero tú no.

Otoño, no vengas.

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