martes, 28 de abril de 2015

Qué bien se está

Firmar el contrato de no debernos nada,
de compartir algunas risas 
y otras, simplemente, no.

Caminar por tu ventana en Abril
y esperar a que te duermas borracha
en mi cama algún día de algún Marzo.

Romper con todo lo que no sea cómodo
para poner debajo de nuestro sexo
nada más que un colchón
y encima de él nada más que una sábana
que al final terminaré quitando,
resultado del calor producido
por el choque eléctrico 
de tu pecho con mi pecho.

Perder por completo la cabeza
y concentrar toda la fuerza
en mi mano derecha paseando
por Gran Vía.

Charrar de cómo todavía 
nos sorprende estar dando respuesta
a los besos prometidos
en Agosto.

Disfrutar de la belleza
de estar bien porque,
qué bien se está 
cuando se está bien
y qué bien se está
cuando se está contigo.

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